David Blanco Laserna
El anuncio del descubrimiento del bosón de Higgs, el 4 de julio de 2012, fue recibido por la comunidad científica como la noticia más importante del joven siglo. Y no es de extrañar: su detección no solo confirmaba más allá de toda duda el modelo estándar, pilar de nuestra visión del universo, sino que representaba el triunfo de la apuesta por los grandes aceleradores de partículas. De acuerdo, pero ¿qué hace exactamente el dichoso bosón? Muy simple: dota de masa a la mayoría de las partículas elementales.